Adriana mi hermosa gitana (Por Leomas):
Tu familia vive en la carpa, allí dentro comparten muchos
grupos que conviven sin pelear y todo es un disfrute. Tu piel es bella y
lozana, tu caminar fuerte y elegante, y con una maravillosa sonrisa que hace
despertar a todos con ganas, tu figura es fiesta de oro, estas entre las
mejores y más lindas doncellas que sobresalen entre las bellas con cintura de
encaje y rostro de nácar. Tienes quince cumplidos como primaveras esmaltadas y ayer en el
atardecer eso me dijo tu hermana. Ella afirma que los dos como tenemos la misma
edad podemos ir a la cima de esa montaña, agarrarnos de las piedras y bejucos para
no resbalarnos sin caernos de las gradas.
Por qué corres por los aires como gacela herida y por qué
te prohíben que te hable de amores y sueños que no son perdidos. Por qué oigo
tus voces en el cuarto de mi vida temprana. Escuché el canto de tu hermano Renzo
y de verdad llenó todos mis anhelos, lo vi allí junto al carro que velozmente caía
hasta llegar al suelo. El cuerpo inerte del artista estaba frío y congelado y
muy cerca junto al tuyo que brillante se vio dorado. Por qué fuisteis a esa
fiesta donde se pasaron de listos y por qué tuvisteis que obedecer a quien
siempre estuvo cohibido.
Gitana de mis amores y de mis tiernas mañanas, gitana que
te recuerdo siempre en las madrugadas. Gitana que llegaste a mi espacio toda
vestida de seda, gitana de mi fragancia estuvisteis como un ensueño encendido. ¿Gitana
allí dónde tú estáis hace frío? Recuerdo que alguna vez planeamos escaparnos
juntos para contradecir las normas y destruir aquellas costumbres lejanas
cuando los unos y los otros nos prohibían estar cerca y nada de amores decían porque
afirmaban que la sangre no era compatible, esa de una hermosa gitana con un
jovenzuelo que no era del este.
Los montes de tu Pamplona recuerdan ese tu aroma dorado,
los árboles de la loma hacen vibrar la ventana y hoy todo está cerrado. Hay una
puerta incrustada con fino cerrojo de oro y hay un candado en mi vida que no
deja que otra te espante. La cima que conquistamos los dos hoy esta algo
sentida y llora desesperada porque dentro hay un corazón y muchas heridas. Si tu
no hubierais aceptado la invitación a esa estancia te puedo asegurar que los
dos estaríamos juntos y viviríamos felices en otro lugar.
Ayer hace ya varios años que pasaron rápido como los
vientos, reías en los atardeceres como diosa rodeada de finos relámpagos, hoy tu
eres un sol resplandeciente que hace triste mi recuerdo y trae hermosos
momentos que pasaron sin un solo lamento. Adriana de mi mañana, porque no
volasteis conmigo. Adriana de la fragancia, porque no escuchasteis mi ruego y por
qué no pusisteis atención para que nunca hubierais ido a esa trágica caída por ese
barranco hacia aquel precipicio.
Nos alejamos para siempre como dos horizontes perdidos, nos
amamos como novios y como claveles encendidos. Las voces siguen igual como las
rocas del viento. Las piedras preciosas llegan allá, a esa cruz incrustada. Hoy
quiero decirte que la fiesta inicia radiante. Los dos estábamos allí y ellos
cortaron las rosas. Los gladiolos dieron al aire su aroma y siempre llevamos los
dos el aire de tus mariposas. Adriana mi gran gitana ahora estáis en ese nido vacío.
Adriana en todo este tiempo te sigo esperando y aún no he dormido.
Adriana porque te fuisteis allá donde aún no he ido.
Adriana de mis recuerdos, hoy te sigo esperando con mi amor escondido y más
florido. Adriana es bello tu nombre, pero más fresco y hermoso tu rocío. Lagrimas
ya no son necesarias porque todo pasado encantado supero la tragedia y de nuevo
quisiera ir contigo a la cima de aquella montaña, allá donde por primera vez
tejimos un iluso futuro. Adriana, aunque tu ya no estéis aquí aun de mi corazón
tu no has partido.
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